24 julio 2009

Nueva sección: "Cuentos para antes de ir a la cama". El de hoy se titula "Papá, llevame al doctor que me duele acá atrás"

Para ponerles nombres a los personajes ficticios que formarán parte del relato y que no se parezca a ningún hecho de la realidad, decidimos llamar a partir de ahora "Pedro" al papá, y "Juan" al hijo, siendo estos dos los personajes centrales de la historia.

Papá Pedro hacía tiempo que, como todo buen padre, le enseñaba a Juan lo que se debía hacer y lo que no para que le vaya bien en la vida. Así es como, a veces de mala gana, Juan iba aprendiendo que, a pesar de asimilar rápido los conocimientos, nunca iba a ser como papá. Papá era más fuerte, más rápido y tenía más experiencia, de esa que te dan sólo los años.

A veces el hijo, tozudo e ingenuo quería, sin chances, mirar a papá desde adelante, ser mejor que él. Esa rebeldía adolescente se le iba apagando a medida que veía que no podía contra su propio progenitor.

Una noche fria de invierno, Pedro y su hijo volvían de comer un asado con amigos de ambos. Juan, que no se daba por vencido, quiso demostrar que él podía más que el padre, que era más rápido y, al intentar pasarlo, se lastimó la pierna y ya no pudo seguir. Papá se preocupó, y al ver que su hijo malherido sangraba, llamó a la ambulancia y lo llevó al hospital. Juan ahí aprendió la lección: "Si sos un 206, jamás podrás pasar a una Partner".

Aquí vemos fotos de Juan (206), arriba de la ambulancia (grúa), y papá (Partner) acompañando a su hijo querido al hospital.


3 comentarios:

  1. q te pasa dociento tas nervioshoo ?

    ResponderEliminar
  2. cuando aprenda a manejar...juan va a ser mi nieto y pedro mi hijo(como en la play)...pero demen tiempo por qe aprender a manejar lleva tiempo, qe no tengo

    ResponderEliminar
  3. ajjaj el abuelo palioo te quiere mucho juan

    ResponderEliminar