No son pocas las razones que están poniendo en jaque a la religión católica por estos días y, como si esto fuera poco, llovió sobre mojado.
Es que Giuliano (de El Escabio), tuvo acceso a saludar al Papa Benedicto XIV en la jornada mundial de jóvenes que se lleva a cabo en Madrid. Dicen que el encuentro, que por razones protocolares debía durar 5 segundos, duró 3 minutos y tuvo que acudir al lugar la guardia suiza (patovicas papales) a retirar a dicho sujeto. En ese tiempo, y más rápido que el final de una publicidad radial de Movistar, le contó como se sentía, porqué se había ido de Fénix, porqué cortó con Clari, porque no se junta con sus amigos, etc, etc...
El papa, atónito y asombrado, hizo el famoso "pido gancho", y se tomó un tiempo a solas luego que que los guardias auriazules se llevaran a Baruzzo, que seguía hablando y no paraba. Daba vuelta la cabeza cual película "El exorcista", y seguía hablando y hablando...
En el Vaticano, luego del altercado, sacaron conclusiones. O este joven estaba poseído, o la religión le estaba haciendo muy mal.
Hay una junta de urgencia con los cardenales y obispos, porque "dicen" fuentes confiables que el Papa se estaría por transformar al budismo en los próximos días.