El partido había comenzado horas, o días antes de jugarlo. La apuesta era fuerte, ¿cómo poder contener esas ansias que todos tenian por jugar?, ¿cómo canalizarlas por otro medio que no sea ponerse nerviosos o acelerarse adentro de la cancha?
EFE tiene más oficio para eso. Los años te enseñan cosas que los días y los meses no pueden. Y fue así. Manejaron el partido a gusto, y por consecuencia el árbitro entró en su juego. Y nosotros también.
Un partido feo para ver. Trabado, sucio, sin grandes ni lindas jugadas. Un partido que podríamos haber perdido por bastante diferencia, como podríamos haber ganado también.
No se puede hablar de rendimientos individuales flojos, porque hubo momentos que el equipo era un desconcierto total. Hubo pasajes del primer tiempo que se jugó bastante bien, pero fueron ratos.
Para destacar: la actuación de Panky y que Piano luchó contra él mismo para no transmitir sus nervios a los demás, algo que sabemos que le cuesta. Destaco también la cantidad público que hubo: padres, madres, hermanos, amigos, etc. Eso siempre es bueno.
Lo peor: La acelaración y los nervios generales del equipo. Cuando las cosas no salen como queremos nos ponemos locos.
El equipo se está armando, y creo que vamos por buen camino. Vienen rivales duros, pero lo mismo dirán ellos de nosotros.
En unos días hay revancha.
EFE tiene más oficio para eso. Los años te enseñan cosas que los días y los meses no pueden. Y fue así. Manejaron el partido a gusto, y por consecuencia el árbitro entró en su juego. Y nosotros también.
Un partido feo para ver. Trabado, sucio, sin grandes ni lindas jugadas. Un partido que podríamos haber perdido por bastante diferencia, como podríamos haber ganado también.
No se puede hablar de rendimientos individuales flojos, porque hubo momentos que el equipo era un desconcierto total. Hubo pasajes del primer tiempo que se jugó bastante bien, pero fueron ratos.
Para destacar: la actuación de Panky y que Piano luchó contra él mismo para no transmitir sus nervios a los demás, algo que sabemos que le cuesta. Destaco también la cantidad público que hubo: padres, madres, hermanos, amigos, etc. Eso siempre es bueno.
Lo peor: La acelaración y los nervios generales del equipo. Cuando las cosas no salen como queremos nos ponemos locos.
El equipo se está armando, y creo que vamos por buen camino. Vienen rivales duros, pero lo mismo dirán ellos de nosotros.
En unos días hay revancha.
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