A modo de fábula se podría decir que la gallina se comió al águila, y fue así. El DT probó, sin ordernar bien y sin éxito, un planteo de cabotaje en el primer tiempo. La línea de 3 no estuvo bien parada, y quedamos desnudos atras. Llegaron dos veces, e hicieron dos goles. El medio estuvo cargado de buenos jugadores, pero que se chocaron todo el tiempo y no sabían que hacer con la pelota. Si a esto sumamos el operativo cerrojo que implementó el rival, era más posible que Zelaya vaya al mundial, que Fénix haga un gol. El mayor mérito de ellos fue el pressing que ejercieron por sobre nosotros, y la efectividad frente al arco.
El segundo tiempo fue mejor. La pelota estuvo repartida, Fénix la tuvo más tiempo, pero vuelven viejos fantasmas del pasado, la imprecisión de nuestros delanteros. Tuvimos varias oportunidades de gol, pero todas fueron sin éxito. Ellos también, y Prunotto respondió perfecto.
Figura de nuestro equipo: Andrés Albertengo, de nuevo.
El viernes se juega el último amistoso se cara al inicio del torneo. Fénix tiene las armas, y los soldados también. Sólo falta que éstos aprendan a controlar mejor las mismas.
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